COPERNICUS. Este fue el nombre de batalla que mi bisabuelo Bruno eligió para luchar junto a otros partisanos. Me hubiera gustado saber más sobre él, quizás saber por qué eligió ese nombre... ¡quizás simplemente le gustaban las matemáticas, como a mí!
Antes de encontrar estas cajas en el desván, no sabía nada de la vida de los partisanos ni conocía sus nombres. Gracias a los partisanos que conocí en esta aventura, me di cuenta de que arriesgaron su vida por el bien de todos: para volver a ser libres de expresar su opinión, para poder escribir, leer y estudiar lo que quisieran, para amar a la gente sin preocuparse por su religión o el color de su piel.
Pero ahora es mejor guardarlo todo... pero voy a decirle a mamá que no tire nada porque quiero recordar siempre al bisabuelo Bruno y a los partisanos que lucharon para liberar Italia.
Pero... ¿qué hay en el bolsillo de este viejo abrigo? ¡Una foto! ¡Es él, es el bisabuelo Bruno!

Junto a esta vieja fotografía suya hay un trozo de papel: es el documento que certifica que mi bisabuelo fue un partisano de verdad. Yo también puedo serlo. Puedo serlo cada día cuando, ante grandes o pequeñas injusticias, elijo reaccionar, hablar, ponerme del lado de los más débiles. ¡Yo también puedo ser protagonista de mi propia historia!