Tras la desaparición de Majorana, un tal Tommaso Lipari, un vagabundo con un brillante conocimiento de las matemáticas, deambulaba por las calles de Mazara del Vallo, un pueblo cercano a Palermo. A la derecha una cicatriz idéntica a la del conocido físico, a la izquierda un bastón grabado con la fecha de nacimiento de Ettore: demasiadas coincidencias.
Incluso ahora no entiendo el origen de ese divertido apodo.
SPEAK ALOUD