Leclair recibió un disparo por la espalda y, con sus últimas fuerzas, se arrastró hasta su Stradivarius para sujetarlo por última vez. Muchos creen que, en ese momento, su espíritu se trasladó al interior del violín y la sangre impresa en su estuche es una prueba indeleble de ello. El cadáver permaneció así, inmóvil en ese abrazo inmortal durante dos meses.
Pero, ¿por qué abandonarlo así? ¿Por qué matarlo? ¿Por qué dejar ese violín ahí? Demasiadas preguntas, lo sé.
¿Puedes ver, entre líneas, la conexión entre todo?
