Después de haber llegado hasta aquí, puedo presentarme: me llamo Cecile y quizá te estarás preguntando qué relación tengo con esta historia. El médico que encontró a Leclair brutalmente asesinado era un antepasado mío. Sólo a él se le permitió visitarlo en su villa-fortaleza. Eran grandes amigos y Antoine, que así se llamaba, sentía cierta ternura por aquel hombre tan esclavizado por su obsesión y por aquel violín que, por encargo del propio Stradivari, nunca abandonó.
SPEAK ALOUD